2024 ha supuesto un aumento considerable en el robo de componentes de vehículos, afectando tanto a conductores particulares como a flotas de empresa. Los ladrones han puesto el foco en catalizadores, neumáticos, sistemas avanzados de asistencia al conductor (ADAS) y efectos personales, causando graves perjuicios económicos a los propietarios. El robo de catalizadores es uno de los más comunes. Estos dispositivos contienen metales preciosos como el paladio, el rodio y el platino, lo que los hace altamente codiciados en el mercado negro. Los ladrones pueden desmontarlos en pocos minutos y revenderlos por cifras significativas. La reposición de un catalizador no solo es costosa, sino que también deja el vehículo fuera de servicio hasta su reparación.
Otro blanco frecuente son los neumáticos y llantas. Durante la noche, los delincuentes utilizan herramientas rápidas como gatos hidráulicos para desmontarlos, dejando el vehículo inutilizable. Recientemente se han incorporado a esta lista los nuevos sistemas electrónicos avanzados (ADAS), que incluyen cámaras, sensores y radares, debido a su alto valor en el mercado.
En cuanto a los efectos personales, los ladrones suelen buscar objetos como ordenadores portátiles, mochilas, gafas de sol y documentos. Estos delitos, aunque aparentemente menores, generan una gran molestia para los propietarios y pueden comprometer la seguridad de su información personal.
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